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Arquitectos: Anibal Bizzotto, Bruno Sirabo
- Área: 265 m²
- Año: 2022
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Fotografías:Albano García
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Proveedores: Balmar, Da Iluminacion, Estudio Te, Molinos Tarquini, Monfe Herrerías, Rs Stones, Taller A Prima
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Esta vivienda se ubica en un barrio cerrado ubicado en Villa Rosa. Orientado a la clase media, este tipo de desarrollos se van extendiendo debido a los costos accesibles de los lotes en relación a los valores que otorga el mercado inmobiliario en distritos urbanizados. Las construcciones preexistentes son homogéneas y de escala variada, propias de este tipo de enclaves sin referencias determinantes.
En este contexto, la construcción se entiende como una casa más dentro del conjunto. La vivienda se adhiere a los métodos de construcción tradicional y a la definición de una imagen convencional proponiendo ser una vivienda más en ese entorno. Contando con un lote pequeño y un recorrido del sol del frente al fondo, se opta por desarrollar una construcción compacta dispuesta hacia un lado del terreno, donde un semicubierto de acceso regula la relación del patio lateral con la calle.
La entrada y el hall permiten incorporar un consultorio o dormitorio de invitados posible de ser apartado del día a día de la casa. De una manera muy tradicional, se consolida la planta baja con un amplio estar comedor que se extiende de manera directa sobre el parque a través de cuatro ventanales que toman unos nueve metros de largo y siete hacia el otro, donde una galería amplia incorpora un comedor exterior cercano a la piscina. En el primer piso se define un área de padres y un área de cuartos para los hijos.
Un estar íntimo en relación con la escalera vincula estas dos áreas para compartir momentos de ocio y aprendizaje en familia. Fue premisa reducir los metros cuadrados de servicios para asignar más espacio a áreas comunes y habitaciones. Los pilares metálicos en la planta baja devuelven cierta ligereza a la planta baja siendo una estructura independiente y asociada al aluminio de las ventanas.
La casa se abre hacia las buenas orientaciones ganando visuales largas sobre los terrenos linderos y la calle. Los grandes ventanales se proyectaron con el objeto de aprovechar al máximo la luz natural y dispuestos estratégicamente en función de las mejores condiciones lumínicas y de ventilación.
En cuanto a los materiales, la construcción no busca desarrollarse con procedimientos complejos, utilizando para el hormigón encofrados con madera de saligna, formando entramados en las que descansan en una sola dirección los sistemas de viguetas pretensadas tradicionales. Se optó por mampostería de ladrillo hueco de 30 cm que permite resolver el confort térmico deseado en este tipo de entornos suburbanos.
El acabado cementicio blanco define las terminaciones exteriores acompañando la técnica de la yesería en el interior. Estas decisiones se evaluaron en relación al presupuesto acotado y a la evaluación y disponibilidad de la mano de obra local.